Al leer en La Prensa la noticia titulada “Narcotráfico infiltra los puertos de la provincia de Colón”, en la que se comenta cómo la cocaína contrabandeada de Colombia es enviada a puertos europeos, sobre todo españoles y holandeses, me trae a la mente la magnífica trilogía del escritor Don Winslow sobre el mundo del narcotráfico y los carteles en México. Esta es titulada El poder del perro, que deriva su nombre del salmo de David 22-20: “Libra mi vida de la espada, mi amor del poder del perro”. Consta de tres volúmenes, cada uno de más de 700 páginas.
Empieza la narración describiendo cómo se pasa del cultivo de las amapolas en los Valles de Sinaloa, que fueran destruidos por el Gobierno mexicano con apoyo de la DEA, por allí en los años 70, a constituir una federación integrada por distintos carteles como el de Sinaloa, del Golfo, Baja California y los sanguinarios y monstruosos Z, que se convierten en los últimos 40 años en distribuidores de la droga manufacturada en Colombia.
La trama gira principalmente en el duelo a muerte entre dos personajes: Art Keller, agente incorruptible y obsesivo de la DEA, y Adán Barrera, patrón maquiavélico y calculador del cartel de Sinaloa, que tortura y mata al agente amigo de Keller. Sin embargo, la CIA no lo deja tomar venganza y protege al narco Barrera. ¿ Por qué? La amenaza más temida no proviene del tráfico de la droga, sino de las guerrillas izquierdistas latinoamericanas.
Mediante operaciones llamadas Condor y Fénix, los carteles financian la compra de armas para los Contras y los grupos paramilitares de derecha. El escritor Winslow basa el personaje de Barrera en verdaderos capos de la droga, como El señor de los cielos, el Chapo Guzmán, etc. Pero la trilogía, compuesta por El poder del perro, El cartel y el último volumen publicado hace menos de un mes llamado La frontera, es mucho más que eso. Describe la angustia, el daño , la fragmentación y la muerte que este flagelo ha traído a la sociedad mexicana. Cómo ha convertido a Juárez en la ciudad donde más asesinatos se cometen en el planeta. Bien lo dice Winslow, “el hombre no controla el cartel, el cartel controla al hombre”.
El poder que da la plata de la droga infiltra todos los estamentos de la sociedad mexicana, los carteles se pelean la lealtad de la policía, el ejército, los federales y hasta el temporal residente en Los Pinos, la casa presidencial mexicana. Para Estados Unidos, la guerra más larga de su historia no es ni Vietnam ni Afganistán, es la guerra contra las drogas. Y siempre los que más sufren son los humildes… los desposeídos… los pobres. Solo esta semana el gobierno de México anunció la reinstalación del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas. Hay 40 mil casos; 26 mil cuerpos sin identificar en las morgues y 1,300 fosas clandestinas.
Mientras se lee se aprenden datos curiosos y hasta pocos conocidos. Por ejemplo, que el 70% de la droga que llega a México lo hace a través de Guatemala, sobre todo por la región selvática norte de Peten. Un kilo de coca vale 5 mil dólares en ciudad Juárez, 24 mil solo cruzando uno de cuatro puentes a El Paso, Texas, y 48 mil en Europa. En este continente, el mayor distribuidor de estupefacientes es la temida Ndrangheta con sede en Calabria. Se calcula que trafica alrededor de 50 mil millones de dólares al año, haciendo ver a la famosa mafia siciliana como la chica pobre del baile.
La mayor ironía es la frontera entre Estados Unidos y México. Sin frontera, no habría tráfico de droga… ni carteles. Bien lo afirma Winslow, El poder del perro no solo son los que trafican; son los bancos que lavan, los centros comerciales y los condominios que se construyen con dinero de la droga, los políticos y policías que los protegen… y hasta un público indiferente que voltea la mirada. Hasta alega que la crisis financiera mundial de 2008 no se hubiera superado sin ayuda del dinero del narcotráfico. Ditto General Motors y el Bank of America.
Como leí estos libros en mi Kindle, recorrí varias librerías de la ciudad para ver si los vendían, y solo di con un ejemplar. Ojalá los importaran para ponerlos a disposición del público panameño.
Ezra Homsany 29 mar 2019