03 may 2020 – 10:23 PM

Cada vida humana es sagrada. Como dice el Talmud, “el que salva una vida es como si salvara a la Humanidad.” Enfatizo esto para destacar que el Covid-19 llegó para quedarse. Por lo menos un largo tiempo. No tendrá una prolongación definida como las Plagas de Egipto. Mas temprano que tarde, el gobierno tendrá que aceptar este hecho y buscar el balance entre los nuevos contagios, y las presiones socio-económicas que, con el pasar de los días, se vuelven mas profundas. En un interesante artículo, el periodista Aaron E. Carroll, plantea una hipótesis interesante. Lo titula: “Hay Una Sola Forma de Reabrir la Economia”. En él, menciona que la mayoría de los políticos están enfrascados en el dilema de “salvar vidas o salvar la Economía”. Pero da un giro y anuncia que preservar la vida es lo único que tiene sentido económico. Da el ejemplo de un salón de belleza. Según la nueva apertura ya puede iniciar sus servicios. Pero, ¿qué pasa si el público no acude a el por miedo al contagio? ¿Que se logró? Nuestras economías necesitan de productores y consumidores; si uno falta, se rompe la cadena. La solución que Carroll propone es que se multipliquen los exámenes del Covid-19, y que de allí se extrapolen la velocidad y la cantidad de nuevos contagios. En otras palabras, deja la decisión a las autoridades de salud.

Sin embargo, la realidad de nuestro país tal vez es otra. No contamos, por lo menos hasta ahora, de suficientes pruebas de detección del coronavirus. Como humildemente lo enfaticé antes. Tendremos que acostumbrarnos a un nuevo modus viviendi con el Covid-19. Se puede empezar a reabrir la economía, primero en las actividades que no tengan contacto directo con el público; las oficinas, por ejemplo, y limitar el número de empleados a 30% de la fuerza laboral, como lo están haciendo en otros países. El gobernador Cuomo anuncio que Nueva York va a iniciar su apertura en mayo 15. Primero lo hará en las actividades de construcción y manufactura, y revaluarán los resultados cada 15 días. Aquí en Panamá podemos iniciar una apertura gradual, también por sectores y regiones. Como constantemente lo anuncian las noticias locales, el aumento de contagios varia entre las distintos puntos geográficos de nuestro País. En nuestra ciudad se puede hacer por sectores. También limitando la jornada laboral a 4 horas, por ejemplo. Eso sí, tomando todas las debidas precauciones de distanciamiento social, uso de mascarillas, etc. Y reevaluar cada semana o dos.

Pero lo mas importante: hay que aumentar exponencialmente los exámenes de detección del Covid-19. En las ultimas encuestas que se hicieron, volviendo a la ciudad de Nueva York, el 80% afirmó que podían aguantar un mes mas; un tercio, hasta 6 meses. Esperemos que este no sea el caso al que tengamos que sentirnos abocados en Panamá. Resumiendo, la clave de una reapertura viable estará en la mayor cantidad de exámenes aplicados y continuas reevaluaciones.

EZRA HOMSANY

El autor es empresario